lunes, 17 de septiembre de 2007

Hoy elijo esta canción...

Hoy amanecí contenta. Es uno de esos días en que miras por la ventana y que a pesar de estar nublado, no puedes dejar de sonreír.
Escucho una de mis canciones preferidas y es extraño porque la letra no es precisamente alegre sino bastante melancólica. Tampoco es una canción que me traiga recuerdos agradables ni desagradables, es decir, no tiene un significado específico en mi vida, pero aún así me hace sentir bien y quién sabrá el porqué.
Bueno, aquí va la canción...


Otra Vez - Saiko

Perdona mi error
Y dejar huir la vida entre fallas
Y creyeras que no hay nada
Mar que ahoga las palabras, déjame reintentar

Escucha sólo por hoy
Oye el canto que aferra mis ganas
De enterrar esta batalla
No quise estar lejos de casa, déjame regresar

Da un paso hasta acá
Y vuelve a mirar nuestro imperio creado
Ven, deja incendiar
El tiempo que ya no importa porque es el pasado
Deja ahuyentar esas ánimas,
Limpiar esas lágrimas y adornar tus sueños
Vuelve a creer en mis ganas
De ser tu mirada, otra vez

Perdóname amor
Con un beso desnuda mis escamas
Y reconoce lo que estaba
No quise estar lejos de casa, déjame regresar

Da un paso hasta acá
Y vuelve a mirar nuestro imperio creado
Ven, deja incendiar
El tiempo que ya no importa porque es el pasado
Deja ahuyentar esas ánimas,
Limpiar esas lágrimas y adornar tus sueños
Vuelve a creer en mis gana
De ser tu mirada, otra vez

Otra vez, otra vez.

domingo, 16 de septiembre de 2007

¿Personas o Híbridos? Usted elige...

Hace un rato hablaba con un amigo acerca de lo complicado que puede ser para algunas personas ser lo que los demás esperan que sea. El asunto ya no es vivir para ser feliz, sino vivir para agradar a los demás. Ya no importa el sentir satisfacción por una decisión o el tener que arrepentirse al final del día por las acciones ejercidas, porque para muchas personas lo único importante es intentar homologar un modelo de vida que le permita ser aceptado por un grupo social. Ya no existe la singularidad, se actúa en conjunto y se olvidan las causas personales; la gente parece hecha en serie o en multicopia. ¿Cuáles serían las causas? Pues la intolerancia y el miedo al rechazo. A menudo se espera ser aceptado por un amplio número de personas, se supone que es "alabable" estar rodeado por muchos "amigos", porque aquello habla de las excelentes capacidades sociales de las cuales podría pregonar un ser humano. ¿Qué sigue entonces? Las apariencias, vivir de apariencias para responder a las expectativas del grupo social al cual se intenta pertenecer, por lo tanto en esencia ya no existe "una persona" sino una especie de "híbrido" entre lo que se es realmente y lo que se pretende parecer frente a los demás.

lunes, 10 de septiembre de 2007

¿Me escuchas? ¿Es que acaso puedes escucharme a pesar de los demás?

Te veo con dificultad. Intento dirigir mi mirada y encontrarte, pero la niebla es demasiado espesa y ya me siento muy cansada. Cierro mis ojos por un instante y tu brillo permanece. Estoy convencida que aunque la oscuridad fuese eterna, aún podría dibujarte en mi mente para contemplarte por siempre. Continúo sin abrir mis ojos, creo que ya perdí la noción del tiempo, pero mi mente ya ha comenzado a retratarte, reviviéndote con detalles infinitos. Los minutos siguen avanzando, pero algo interrumpe mis pensamientos. Siento que algo se acerca a mí, quisiera ignorarlo, pero algo me dice que es el momento de abrir mis ojos. Es ahí cuando te veo. Me sorprendo. Mis ojos se han posado en los tuyos y creo que el reflejo de tu mirada me ha hecho sonreír. Es extraño, se han extinguido mis parpadeos y sólo me dejo llevar por ese mirar que me envuelve. Ahora una palabra me detiene. Tus palabras me detienen:
- Así que eras tú- me dice sin dejar de sonreír.
- Lo siento, creo que me confundes- le respondo extrañada.
- ¿Bromeas? aún con esta espesa niebla pude llegar a ti. Caminé por varias horas y creí estar perdido. Ya mis ojos no podían ver, pero el ritmo de tu corazón me condujo hacia ti y sólo así pude volver a encontrar mi mirada- me responde convencido.
- ¿Me escuchas? ¿Es que acaso puedes escucharme a pesar de los demás?- le pregunto aún sin entender.
- Sólo se que a pesar de estar perdido y cansado, sólo pude escuchar tu corazón y no el del resto de la gente...