miércoles, 19 de diciembre de 2007

Recuérdame en el fulgor...

Una vez escuche que las estrellas que observamos en el cielo, no son más que la luz que queda de ellas, porque en realidad esas estrellas murieron hace muchísimo tiempo. No sé si todo esto sea una verdad con base científica o simplemente una creencia, pero tampoco me interesa descubrirlo. Realidad o no, aquello que una vez escuché me hizo pensar en el gusto que siempre he tenido por contemplar las estrellas. Es extraño, de niña aún guardo cierto temor por la noche, pero contradictoriamente el detenerme a observar el cielo estrellado produce en mi un efecto tranquilizante e inquietante al mismo tiempo, como queriendo creer que hay algo más que el mismo acto de observar.

En estas fechas de fin de año tan obvias en cuanto a sentimentalismos e intentos de buen obrar, yo simplemente sigo aferrada a mi gusto por las estrellas y a mi interpretación al respecto. Creo que al contemplar la oscuridad del cielo, sólo me parecerán lo suficientemente hermosas y potentemente brillantes aquellas estrellas que representan el cariño de esas personas únicas que emocionalmente dejaron una huella en mí. Que me nutrieron de todas esas cosas sencillas en las que vale la pena detenerse en la vida, aquellas personas de las que pude aprender lo que era el cariño, así tan simple, limpio y natural. Personas preciosas que renunciaron a la vitalidad de sus últimos años para enseñarme a vivir, para verme crecer.

Ese extraño acto de desear contemplar el cielo, sin importar el temor a la noche y a la inmensidad de su oscuridad, es la forma de continuar creyendo que a pesar de no seguir ligados a quienes más hemos amado a través de un mismo tiempo y espacio terrenal, esa luz que alguna vez conocimos jamás se extinguirá y nos seguirá acompañando por siempre, con la única condición de lograr reconocer su fulgor al final de cada día.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Carencia...

¿Puedes entender qué es lo necesario? ¿Sabes acaso que tan alto se puede escalar simplemente para llegar a la cima y entender que lo único importante estaba justo bajo tus pies? Eso es trascendencia, eso es apreciar lo realmente importante. La base de todo está justo en el borde de tus zapatos y quizás el bajar la mirada de vez en cuando podría hacerte entender que lo que realmente importa es lo que siempre ha sido pisoteado.

Los ojos parecen ver con detalle, pero algunas veces sólo nos engañan. La trampa está en el ver y no saber qué detalle enfocar. Puedes pasar toda la vida alejándote para encontrar lo que mereces, sin darte cuenta que lo preciso de tener ha permanecido siempre en el mismo lugar.

¿Entiendes lo que viste? Saborea la brevedad y después remueve las nubes de tus ojos.

Las sonrisas se encuentran, siempre han estado frente a frente, pero nunca han descifrado sus destinos, sus dibujos.

¿Pudiste enfocar lo único necesario? Si es así, entonces ya no queda nada más importante.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Acercándose...

Hay demasiado que trasciende. Ya no son ecos, son palabras que aparecen sin esperarlas y que a su paso dejan el significado que merecen, un significado que logra dar múltiples formas. Aquellas palabras son una invitación a corroborar nuestras convicciones, a tener la certeza que se debe creer en nuestra propia forma de conducir la vida y de proyectarnos.
La justicia puede volverse desequilibrante y llevar lo justo hacia el final del borde. Hay momentos en los cuales todo parece conjugarse para tratar de desplazarnos, como tratando de comprobar cuan fuerte pueden ser nuestras garras que luchan por seguir adheridas a lo que somos, a lo que hemos formado porque es en lo que creemos. Esas garras resisten, logran volver lo justo a su centro, responden con fuerza contendora, pero de todas formas se desgastan. Es aquí donde aparecen las palabras, aquellas que envuelven, retroalimentan. Ya no está en juego el evitar que otro intente sumergirte para poner a prueba tu nivel de resistencia, sino que simplemente se trata de un fluir mutuo, un acompañar verbal, un hacerse presente entre seres humanos, entre extraños, entre iguales…

sábado, 1 de diciembre de 2007

Recibiendo...

Un cuerpo que continúa ausente y una mente que no hace nada por sí sola. La dualidad imperfecta incluso se puede respirar. Es extraño como lo que olvidamos nos obliga a devolverle la importancia. Se vuelve visible y con una necesidad que aterra. Es una bofetada de conciencia advirtiendo que no de todo se puede prescindir. Lo que menos nos preocupa de un momento a otro se niega a continuar. Revolotea, pero no se siente, o al contrario se siente más que nunca pero de la forma que no nos sirve. Con la espera llega la memoria fantasmal del pasado, esa memoria corpórea que se cree olvidar.

Cuando lo propio se ausenta o se niega a dar lo necesario, se siente el dar de otros. Ese dar incondicional.

Por aquellos y todo lo recibido, ese agradecer que continúa. También una canción del recuerdo. Siempre me ha gustado su letra porque es sencilla y sin pretensiones, tan simple como el dar cuando más se necesita...

Dar es Dar – Fito Páez

Dar es dar
y no fijarme en ella
y su manera de actuar.
Dar es dar
y no decirle a nadie
si quedarse o escapar.

Cuando el mundo te pregunta
del por qué, por qué, por qué, por qué,
por qué das vueltas la rueda.
Por qué no te detenés,
yo te digo que dar es dar.
Dar es dar
y no marcar las cartas, simplemente dar
dar es dar y no explicarle a nadie,
no hay nada que explicar.

Hoy los tiempos van a mil
y tu extraño corazón ya no capta como
antes las pulsiones del amor.
Yo te digo que dar es dar,
dar y amar.
Mirá nene, hacelo fácil dar es dar.

Dar lo que tengo todo me da
da, da, da, da, da, da, da, da,
no cuento el vuelto, siempre es de más
da, da, da, da, da, da, da, da.

Dar es dar,
es solamente una manera de andar.
Dar es dar, lo que recibes
es también libertad.

Cuando estoy perdido un poco loco por ahí,
siempre hay alguien con tus ojos,
esperándome hasta el fin
porque dar es dar, dar y amar.
Gracias nena por tu vida una vez más,
dar es dar.

Dar lo que tengo todo me da,
da, da, da, da, da, da, da, da,
no cuento el vuelto, siempre es de más,
da, da, da, da, da, da, da, da,
estar de menos o estar de más,
da, da, da, da, da, da, da, da,
cielo o infierno, lo mismo, lo mismo da,
da, da, da, da, da, da, da, da.

Dar es dar, dar es dar,
es encontrar en alguien
lo que nunca encontrás.

viernes, 30 de noviembre de 2007

Todo...

Observa con atención, vuelve a fijar tu mirada y te sorprenderás. Lo que siempre pareció ser pedazos cayendo al vacío hoy son almas regocijantes de aprender a volar. Podrás ver también que te alcanzan paracaídas, algunos ya están ocupados, pero otros seguirán apareciendo. Es extraño como todo puede verse infinidad de veces y siempre existe esa última vez en que todo se contempla demasiado sencillo y demasiado bello, donde no se sabe si hay espacio para una sonrisa o para una lágrima.

Esta maldita mente no es nada sin un cuerpo, no hay aviso, sólo se toma un descanso burlón. Abandona. Basta esperar.

Te quiero, los quiero, así tan singular y totalmente plural, de uno en uno hasta formar un todo. Todo lo que es, todo lo que hay, es lo que siempre ha existido. Nada esperando que aparezca, pero sabiendo que el único todo es lo que permanece.

viernes, 23 de noviembre de 2007

El sentido de todas las cosas...

Muchas veces tratamos de buscar el sentido de las cosas que no entendemos y de alguna manera concientemente comenzamos a trazar un camino que nos conduzca a encontrar ese significado. Es así como empezamos a prestar atención a todos los estímulos que se nos presentan en nuestro andar y procuramos evitar interferir en ese pequeño universo que comienza a aparecer. Actuamos de forma sigilosa para no transformar ni borrar nada. Todo debe mantenerse inmutable, natural. En cambio, en otras ocasiones y sin intención de encontrar algo, aparecen pequeñas puertas frente a nuestros ojos, puertas que inconscientemente abrimos y que nos ofrecen ver los momentos desde otra perspectiva. Es aquí donde se puede llegar a pensar que nada es coincidencia y que todo tiene una intención. El detenernos en una mañana de prisa y cruzar el umbral de una puerta que se nos presenta entre muchas otras puertas ya tiene un fin específico. El pasar hacia un mismo sitio y estar acompañado por determinadas personas también esconde un significado, que puede ser tan individual como tan colectivo y compartido. Luego vienen las palabras, porque el lograr escuchar una breve frase entre el murmullo de muchas voces que atravesaron esa misma puerta, nos hace convencernos que todo lo que encontramos en nuestro caminar está configurado dentro de un tiempo que es irrepetible y de un espacio suficiente para recolectar aquella infinidad de cosas contenedoras de todos los sentidos.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Lo único y todo lo que somos...

Somos humanos, poseemos conciencia y tenemos la capacidad de sentir, pero a la vez somos animales, con necesidades e instintos que configuran nuestra forma básica de existencia, es decir, nuestra principal forma del ser. Ambas realidades son inseparables, se requieren mutuamente y son el motor que mueve la esencia vital de todo ser humano. Tendencias emocionales y animales se nutren la una a la otra. Es imposible negar o reprimir una de ellas. Ambas se reconocen, ambas se incorporan. Se aprende de esta dualidad y se vive de esta interrelación: emocionalidad y carnalidad, el sentir y el desear.

Ahora, un poema de Gioconda Belli, poeta nicaragüense:


RECORRIÉNDOTE

Quiero morder tu carne,
salada y fuerte,
empezar por tus brazos hermosos
como ramas de ceibo,
seguir por ese pecho con el que sueñan mis sueños
ese pecho-cueva donde se esconde mi cabeza
hurgando la ternura,
ese pecho que suena a tambores y vida continuada.
Quedarme allí un rato largo
enredando mis manos
en ese bosquecito de arbustos que te crece
suave y negro bajo mi piel desnuda
seguir después hacia tu ombligo
hacia ese centro donde te empieza el cosquilleo,
irte besando, mordiendo,
hasta llegar allí
a ese lugarcito
-apretado y secreto-
que se alegra ante mi presencia
que se adelanta a recibirme
y viene a mí
en toda su dureza de macho enardecido.
Bajar luego a tus piernas
firmes como tus convicciones guerrilleras,
esas piernas donde tu estatura se asienta
con las que vienes a mí
con las que me sostienes,
las que enredas en la noche entre las mías
blandas y femeninas.
Besar tus pies, amor,
que tanto tienen aun que recorrer sin mí
y volver a escalarte
hasta apretar tu boca con la mía,
hasta llenarme toda de tu saliva y tu aliento
hasta que entres en mí
con la fuerza de la marea
y me invadas con tu ir y venir
de mar furioso
y quedemos los dos tendidos y sudados
en la arena de las sábanas.

sábado, 17 de noviembre de 2007

De vigilias y sueños...

Dormir es una de las cosas más breves en mi vida diaria. Desde que tenía 6 años todos mis compañeros se quejaban de la obligación de tener que dormir a las 9 de la noche y para mi todo eso era demasiado lejano. Yo me dormía a las 11 o 12, ya que de alguna forma la noche me producía hiperactividad y creo que todavía es así. La lamentable diferencia, es que ahora las horas no me alcanzan ni siquiera mientras permanece el sol, por lo tanto mis rutinas toman parte de mi noche y mi espacio de hiperactividad se retrasa y posterga, pero nunca lo suficiente como para desaparecer. Dormir a las 2 y media de la mañana es suficiente para mi ocio, mis pensamientos, mis conversaciones existenciales con la única persona más existencial que yo y para todas las cosas que se puedan imaginar, pero no para mi cansancio, aunque a esta altura creo que ya me es amigable.
El soñar ya se me había olvidado. Nunca he tenido el privilegio de vivir un sueño como haciendo parir poesía. Creo que todos mis pensamientos en vigilia que intento hacer prosperar, se transforman luego en sueños necios y sin sentido. Esa es otra de mis grandes contradicciones, paso de las complicaciones en mi cabeza a las simplezas de una ensoñación. Anoche esos sueños regresaron, tan inconclusos como siempre y tan agradables. Imágenes conocidas, algunas para disfrutar, otras para olvidar. En el medio símbolos sin sentido, cosas demasiado cotidiana y al mismo tiempo totalmente lejanas, no utilizadas, ajenas, burlonas, quejumbrosas. Despierto confusamente, pero recuerdo. Esa sensación es sumamente agradable: sentir un mosaico de imágenes sin tiempo ni espacio, que me invitan a romper neuronas tratando de ordenar todo, no perdiendo el cuidado de no romper lo que en mi despierta totalmente frágil y enormemente disperso. Afuera, todo aparece. Esos símbolos, mis símbolos, esos que buscaba mientras soñaba, esos que buscaba confundida para nunca encontrar, aparecen, tan concretos, tan reales, que me hacen entrar en otra confusión. Ahora si que he extraviado el sentido, no entiendo por qué las cosas que vi están ahora ahí, frente a mi.
Eso es lo agradable de soñar: ganas una invitación a seguir con las ideas, pero ahora en vigilia nuevamente, transformándose de la simpleza de una noche a lo complicado e infructífero de un nuevo día con los rayos del sol montando en tu cabeza para alimentarte de pensamientos. Eso es lo que nunca desaparece, durmiendo o soñando, puedes dejar de sentirte vivo, dejar el sentir vital, pero las ideas, siempre regresan, siempre permanecen, creando o destruyendo, pero ahí están.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Instantes...

Ojos sobre tus ojos, como tratando de observar de ti más de lo que estás dispuesto a revelar.

Boca anclada a tu boca, porque deseo morderme en tu aliento y respirar a través de ti, de mi, de los dos.

Tu sudor ya es mi sudor, lo robé de ti para hacerlo parte de mi.
Desnúdate de tus secretos y forma con ellos ese laberinto en el que me pierda para encontrarme hasta llegar junto a ti.

No dejes la puerta demasiado abierta, quizás quiera de vez en cuando jugar a lo complicado y mis intentos fallidos terminen divirtiéndome.

Ya no es placentero, es vital. Alimenta, nutre, otorga sobrevivencia.


Ahora simplemente cierra tus ojos, descansa tu boca. Te devuelvo lo que pueda. Algunos secretos te siguen perteneciendo, pero la mayoría de tus enigmas ya son parte de mi, más de lo que alguna vez lo fueron de ti. Lo que me resta se va contigo porque ya es algo que sólo tu puedes conservar, mientras que para mi sólo queda el recordar...

jueves, 15 de noviembre de 2007

Poco vale, pero es suficiente...

Si me ven caer no crean saber todo de mi, quizás en ese momento se den cuenta que en realidad sólo saben lo que están dispuestos a ver. Abundan las percepciones fáciles y manoseadas por todos. Los más cínicos hacen un esfuerzo por sonreír y no esperan esconderse para entrar en especulaciones baratas. Algunos sólo observan, pero no se molestan en ser disimulados. Otros muestran un desinterés que se agradece.
La minoría la encuentras en quienes menos esperabas. Esa minoría que vale, que te da un respiro. Te miran de lejos, así tan sutil y tan receptivo al mismo tiempo. No buscan atropellarte con preguntas curiosas, no te tocan la espalda y te invitan a hablar, sino que simplemente toman distancia, pero sin perderte de vista. Las horas pasan y en el momento en que más lo necesitas vuelven a aparecer. No hay aviso. No esperan entablar una conversación, no esperan escuchar lo que no estés dispuesta a expresar, sino que sólo aparecen para ti y te ofrecen sus palabras, pero sin esperar nada a cambio.
Finalmente, eso es lo que vale al final del día: sorprenderse por ver lo que algunas personas están dispuestas a hacer por ti. Esas personas que están cerca de forma silenciosa, sin hacerse notar, pero incondicionalmente.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

¿Cambiar? Sí, pero ya no es tu pregunta, es mi afirmación

Quiero cambios, pero no cambios externos que me descoloquen. No quiero tener que adaptarme al control que otros ejercen sobre mí, llámese personas, rarezas ambientales o voluntades ajenas. Si la rutina me lleva aceleradamente, quiero pasar sobre ella y ser yo quien conduzca mis propios cambios. Esos cambios los elijo y no permito sometimientos. Quiero disfrutar lo nuevo y no coartar mis posibilidades.

Los motivos me los guardo. Al fin y al cabo todo lo que en mi surge o se esfuma es asunto mío y de nadie más, y todo lo que puedo empezar lo comienzo sola y lo termino sola. ¿Soberbia? No, pura y simple realidad.

Y para dejar de esperar y comenzar a entender muchas cosas que valen la pena, dejo una canción...


Uno Tras Otro – Saiko

Pasan los meses juntos
Llega otro invierno
Y todo es igual
Uno tras otros
Persiguen rostros
Sólo una cara que mirar
Pasan las tardes
Llega la noche

Esperar nunca entender
Que somos muchos varios
Ejecutando el mismo plan

Pasan los años
Llega un bisiesto
Y a celebrar
Uno tras otros
Plaza de Armas
Lugares comunes que mirar
Hombres oscuros
Grises paredes
Esas ideas, crisis total

Esperar nunca entender
Que somos muchos varios
Ejecutando el mismo plan

Pasan las nubes
Llega la lluvia
Y nada es igual
Uno tras otros
Persiguen sueños
Y a despertar
Pasan las tardes
Llega la noche
Enamorarse
Siempre es mejor
Ya somos uno

Esperar nunca entender
Que somos muchos varios
Ejecutando el mismo plan
Esperar nunca entender
Que somos muchos varios
Ejecutando el mismo plan

Vida quiero hacerte, sólo mío
Dejar recuerdos en la noche
Que nada nos nuble al despertar
Vida quiero hacerte, sólo mío
Dejar los cuerpos en la noche
Que nada nos nuble al despertar

Esperar nunca entender
Que somos muchos varios
Ejecutando el mismo plan.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Sorpresas...

Siempre es bueno sorprenderse con cosas que asegurábamos imposibles, y esas sorpresas pueden ser un llamado a no esperar siempre lo negativo de una situación incierta, sino al contrario, estar dispuesto a cambiar algunas convicciones con una actitud agradable y positiva. Quizás las sorpresas me ayuden a cumplir pequeños sueños que parecían quedar en el pasado y que ahora pueden transformarse en realidades bastante prometedoras. En fin, tal vez simplemente sea prudente esperar.

A pesar de lo esperanzador de las líneas anteriores, no puedo evitar el otro extremo, porque finalmente eso es la vida: una constante lucha para evitar los extremos e intentar llegar a un punto de equilibrio que nos permita evolucionar pero sin dejar atrás nuestra esencia.

Cayendo en uno de mis extremos, dejo ahora una canción bastante melancólica, para esos momentos en que nos sentimos caer y donde no sabemos cuán enteros podemos quedar después de estrellarnos...


Beck - Lost Cause

Your sorry eyes, they cut through bone.
They make it hard to leave you alone.
Leave you here wearin your wounds
Waving your guns at somebody new.

Baby you're a lost
Baby you're a lost
Baby you're a lost cause.

There's too many people you used to know
They see you coming they see you go.
They know your secrets and you know theirs
This town is crazy, but nobody cares.

Baby you're a lost
Baby you're a lost
Baby you're a lost cause.
I'm tired of fighting
I'm tired of fighting
Fighting for a lost cause

There's a place where you are going
You ain't never been before
There's no one laughing at your back now
No one standing at your door
Is that what you thought love was for?

Baby you're a lost
Baby you're a lost
Baby you're a lost cause
I'm tired of fighting
I'm tired of fighting
Fighting for a lost cause.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Perderse...

Si me atrevo a desencadenar mis palabras, ¿es posible que suban para elevarse o tendré que correr hacia ellas para evitar su caída?

Las palabras parecen sobrar, necesitan desvanecerse para hacer nacer nuevos reflejos. Es tiempo de mudar de brillo, convertir los matices en transparencias para finalmente desaparecer.

Todo es incoloro, ante mis ojos nada parece existir. Creo que aún puedo percibir rastros de huellas, las huellas que quedaron al dejar libres las palabras, esas palabras que regresaron a mi cuando tuve que ir a recogerlas justo después de estrellarse.

Las palabras restantes parecen estar demasiado lejanas y elevadas. A pesar que intento alcanzarlas, mis dedos no consiguen traerlas de regreso y creo que ya es momento de contemplarlas con distancia, así tan lejanas y ajenas, tan esquivas y contrarias.

Tal vez, la próxima vez deba trazar un camino de regreso, un camino que me permita llegar hasta el cielo para recuperar lo que dejé volar. Un camino que paso a paso me permita traer de regreso lo que nunca debió ser liberado, porque nunca debió perderse...

martes, 30 de octubre de 2007

Invisible...

¿Puedes reconocer lo que se vuelve invisible? Si es así, ¿podrías intentar dibujarlo para mí?

No te prometo entender ni mucho menos poder descifrarlo, pero quizás podrías intentar explicarme el porqué no puedo verlo. Tal vez una vez que lo entienda pueda comenzar a ver sus reflejos y siluetas. Quizás mientras demora en aparecer, mis ojos cansados de esperar terminen cerrándose y necesite que me despiertes para ver el momento exacto en que lo invisible se vuelva visible para mí.

lunes, 29 de octubre de 2007

Minutos mezquinos...

Son sólo momentos, últimamente tengo uno que otro instante. Todo transcurre de prisa, son muchas cosas a la vez pero que al mismo tiempo parecen interminables. Quiero tiempo, extraño esos minutos que me sobran para pensar, aunque muchas veces termine dándole vueltas a una idea más de lo que debiera... Así soy, siempre he necesitado mis períodos de tiempo para reflexionar, más que para ejecutar. Necesito un respiro de ideas en mi cabeza, por más vagas e innecesarias que puedan resultar.

Por el momento, alimento mi mente con ideas melodiosas... Aquí va una canción que me viene acompañando durante varios días y que sigo tarareando imaginariamente en mis pocos minutos disponibles...


Tu Sangre – Lucybell

Correré el peligro de buscar a ciegas entre tanta luz
Es tu sangre, tu sangre
Y evitar el daño, años, desengaños, todo es tabú
Es tu sangre, tu sangre
Tú olvidas todo

Correré el peligro de mirar sincero el espejo es...
Es tu sangre, tu sangre
Mariposas en los ojos, nada escoges, no ilumina tu luz
Es tu sangre, tu sangre
Tú olvidas todo

Puedes gritar, gritar y no oír tu voz, sin voz, tu voz y la misma fe

Correré el peligro de buscar a ciegas entre tanta luz
Esta en tu sangre, tu sangre
Y evitar el daño, años, desengaños, todo es tabú
Esta en tu sangre, tu sangre
Tú no sabes nada

Puedes gritar, gritar y no oír tu voz, sin voz, tu voz y la misma fe
Puedes gritar....
Puedes gritar, gritar y no oír tu voz, sin voz, tu voz y la misma fe…

sábado, 27 de octubre de 2007

Espera hasta mañana...

¿Me viste ayer? Pues quizás ya no era quien debía ser. Estaba en el sitio de siempre, pero me encontraba demasiado perdida como para entender lo realmente importante.

¿Me viste hoy? Pues quizás no quise prestarte atención. Pude encontrar muchas de las cosas que creí perder, pero algunas parecían desconocidas y me costó trabajo volver a aceptarlas.

¿Me verás mañana? Pues creo que deberías probar un último intento. Quizás mañana pueda ser la persona que buscaste con la mirada. Quizás mañana no me encuentre tan lejana, porque el tiempo me preparó para ti. Quizás mañana pueda devolverte una mirada cálida y sea a ti a quien busque por siempre cuando me sea imposible volver a encontrarme. Quizás después de mañana todo se vuelva perfecto y no necesite más tiempo que no sea el que destine para ti.

No siempre lo que parece es lo que es...

A veces se pueden descubrir "pequeñas mentiras" que de todas formas no son inofensivas, pero... ¿qué pasa cuando todo lo que creíste que existía era en realidad sólo una gran farsa? ¿Qué queda después? ¿Hay que lamentar el engaño o agradecer el desengaño? Bueno, creo que en ese caso las reacciones ya no son trascendentes y mucho menos las explicaciones. Tratar de cuestionar algo que nunca existió pasa a ser una pérdida de tiempo, porque ya no es necesario tratar de armar el rompecabezas de una historia que sólo estuvo presente en algunos.

También se podría decir que lo significativo es demasiado relativo, el sentir o involucrarse simplemente se da y no se planea, pero si se pueden planear los engaños. Se puede estar conciente de un engaño y aún así seguir manteniéndolo. Los juegos una vez que empiezan se vuelven placenteros, pero no para quienes no están enterados de estar jugando y más aún, desconocen totalmente que son los protagonistas de ese juego.

¿Teatro? si a veces todo es teatro, el problema es que algunas máscaras son imperceptibles a nuestros ojos y hacen que el montaje parezca realidad. La realidad entonces es sólo una actuación y el problema es que no siempre se pueden identificar los actores. Los papeles simplemente empiezan a correr y los que sobramos de ese teatro no podemos enterarnos en qué momento está escrito que baje el telón de la función.

viernes, 26 de octubre de 2007

A veces hay que evitar los abismos...

Muchas veces podemos estar en el medio de situaciones que se acercan cada vez más a la decadencia y sin embargo, seguimos engañándonos al intentar improvisar alguna solución que nos ayude a mantener aquello que en realidad ya está perdido. Afortunadamente, otras veces por difícil que sea, somos capaces de escapar de las situaciones nocivas que nos impiden avanzar y nos reconstruimos en el momento que logramos reconocer nuestras propias heridas.

Ahora dejo una canción que me gusta mucho, porque para evitar caer y sufrir por levantarse, siempre existen señales.


Abismo – Mal Corazón

Déjame pedirte un deseo, te quedes un momento
Estoy perdiéndote
Es así, se busca uno un desierto, sin agua sin aliento
Para sobrevivir

Tu amor me hace entrar
En medio del abismo
Tu amor me hace entrar
Sabes bien que es así
Lo supe desde siempre

Déjame pedirte otro deseo, me esperes un momento
Estás perdiéndome
Sale el sol, pero no amanece, no hay agua bajo el puente
Tampoco en mi alma

Tu amor me hace entrar
En medio del abismo
Tu amor me hace entrar
Sabes bien que es así
Lo supe desde siempre

Espero tu voz, cada minuto, por siempre, por siempre.

jueves, 25 de octubre de 2007

¿Creo en alguien? Sí, en mi...

Nunca he creído que hay "un ser superior" con el poder de controlar nuestra existencia y mucho menos que se llegue a ser mejor persona en la medida que depositemos nuestra fe en algún tipo de "súper divinidad". Hay mucha gente que se pasa toda la vida hablando de la salvación y del pecado como tratando de autoconvencerse que de esa forma tendrán asegurado un mejor pasar por esta vida. Quizás podré parecer intolerante con quienes practican algún tipo de fe, pero no es así. Siempre he pensado que cada cual tiene el derecho a creer, practicar, inventar o hacer con su existencia lo que estime conveniente; pero lo que no tolero es que en la propia puerta de mi casa se pare un tipo con discurso de hombre ejemplar y me grite en la cara que todos somos unas pobres almas perdidas que necesitamos redención.

Considero que la intolerancia y la falta de respeto provienen de aquellos que "creen" y no de quienes nos mantenemos al margen de cualquier tipo de credo, porque son justamente las personas de fe las que se quejan constantemente de "herir susceptibilidades religiosas" y es por esto que yo me pregunto... ¿quién protege a los no creyentes? ¿Quién nos "salva" de tener que escuchar discursos que son contrarios a nuestras ideas? Por el momento, parece que nadie...

domingo, 21 de octubre de 2007

Podría...

Podría decirte al oído mil veces que te quiero hasta que llegara el día que de tanto repetirlo, podrías descifrar mis sentimientos con tan solo un breve susurro.

Podría mirar tu rostro infinitamente y hacer invisible al resto del mundo, porque para dibujar tus detalles en mi mente siempre faltaría tiempo para contemplarte por completo.

Podría cerrar mis ojos y seguir recordando tu mirada, aquella que es tan serena y transparente que es capaz de calmarme, haciéndome olvidar cualquier herida.

Podría quedarme junto a ti eternamente para oír tu corazón, pero creo que no sería necesario, porque aún en la distancia puedo seguir escuchando tus latidos que me dicen que me quieres...

sábado, 20 de octubre de 2007

Gustos, gustitos y gustillos

Vivir... en el norte
Clima... sol, absolutamente soleado
Estación... verano

Color... negro y verde, los demás son aceptados según mi estado de ánimo
Sabor... dulce, irresistiblemente dulce
Aroma... a tierra húmeda

Flor... la más "insignificante", esa que crece en tierra de nadie
Animal... más de uno: gato y perrito de la calle
Lugar... lugares abiertos, cualquier parte que escape a la sensación de claustrofobia

Personas... simples, sin apariencias
Amigos... pocos, pero que demuestran lealtad
Amor... de verdad

Cumpleaños... los que celebran otros
Celebración... año nuevo
Disfrutar... relajadamente y con quienes valen la pena

Religión... ninguna, implican sólo sugestión y sometimiento
Cábalas... todas, quizás demasiadas
Arte... incluso las invenciones personales

Película... en estado normal elijo drama, si estoy aburrida prefiero terror y si estoy con el ánimo por el suelo busco la película más simplona, como esas románticas con un final predecible y feliz.
Música... canciones en español para cantarlas cuando estoy en mi casa sola y relajada, y en inglés cuando recorro distancias de más de una hora en cualquier medio, llámese auto, micro, bus o cualquier cosa que se le parezca
Libro... lo reconozco, prefiero escribir, pero cualquier libro de misterio o cosas extrañas sería bien acogido

Trabajo... pronto, pero siempre que se disfrute, nunca esclavizarse... bueno, dentro de lo que las circunstancias lo permitan
Matrimonio... no gracias, sólo convivencia
Hijos... después de los 30, con quién y cuántos, no sé

viernes, 19 de octubre de 2007

Aviso: Si eres detestable, no vuelvas detestable el día de los demás

Exactamente hace una semana alguien me dijo que tuviera cuidado con quienes me rodean "por obligación". Digo obligación porque al decirme esto no se refería a mis amigos o conocidos más cercanos, sino a aquellas personas que coinciden conmigo en un mismo lugar y por circunstancias que escapan a mi voluntad. Siempre he valorado los consejos honestos, y especialmente aquellos que provienen de personas que no tendrían porqué tener algún tipo de consideración hacia mí. Pues bien, más pronto de lo pensado la advertencia cobró sentido: existen personas que sólo pueden entregar lo peor de sí mismos y que se empeñan en perjudicar a los demás, como queriendo extender en otros su propia vida miserable. No es más que eso, miseria humana. Negatividad que las excede y que tratan de traspasar a quien sea. Son como un veneno invisible que espera la oportunidad para ser inyectando en quienes por desgracia debamos llegar a su territorio. Lamentablemente esa negatividad afecta, especialmente a quienes no acostumbramos a entregar lo peor de sí mismos. Aún así, prefiero intentar olvidar y quedarme con aquellas personas que realmente valen la pena porque día a día contribuyen mejorando mi vida, y agradezco a quienes se detienen para darme un consejo sincero.

jueves, 11 de octubre de 2007

Volviendo...

No escribo hace como un mes y es gracioso, porque lo último que dejé en este blog es el reflejo de un día bastante feliz. Uno de esos días en que todo parece estar perfecto y donde hasta lo más estúpido puede robarte una sonrisa. Hoy escribo pero con una sensación de agobio. Quisiera que el mundo parara aunque sea por un instante o yo bajarme del mundo pero por un buen rato. Las horas pasan y aunque todo sigue avanzando bastante veloz, a esta altura parece que todo es interminable y repetitivo.
Esto ya parece diario de vida, y es justamente lo que no quiero que suceda, así que mejor dejo de escribir.
Sólo diré algo más, gracias amigas por aguantarme esta semana. A veces parezco enojada, pero no lo estoy. También puedo olvidar cosas importantes, pero no es intencional. De todas formas intento remediar ciertos olvidos, si es que se puede.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Hoy elijo esta canción...

Hoy amanecí contenta. Es uno de esos días en que miras por la ventana y que a pesar de estar nublado, no puedes dejar de sonreír.
Escucho una de mis canciones preferidas y es extraño porque la letra no es precisamente alegre sino bastante melancólica. Tampoco es una canción que me traiga recuerdos agradables ni desagradables, es decir, no tiene un significado específico en mi vida, pero aún así me hace sentir bien y quién sabrá el porqué.
Bueno, aquí va la canción...


Otra Vez - Saiko

Perdona mi error
Y dejar huir la vida entre fallas
Y creyeras que no hay nada
Mar que ahoga las palabras, déjame reintentar

Escucha sólo por hoy
Oye el canto que aferra mis ganas
De enterrar esta batalla
No quise estar lejos de casa, déjame regresar

Da un paso hasta acá
Y vuelve a mirar nuestro imperio creado
Ven, deja incendiar
El tiempo que ya no importa porque es el pasado
Deja ahuyentar esas ánimas,
Limpiar esas lágrimas y adornar tus sueños
Vuelve a creer en mis ganas
De ser tu mirada, otra vez

Perdóname amor
Con un beso desnuda mis escamas
Y reconoce lo que estaba
No quise estar lejos de casa, déjame regresar

Da un paso hasta acá
Y vuelve a mirar nuestro imperio creado
Ven, deja incendiar
El tiempo que ya no importa porque es el pasado
Deja ahuyentar esas ánimas,
Limpiar esas lágrimas y adornar tus sueños
Vuelve a creer en mis gana
De ser tu mirada, otra vez

Otra vez, otra vez.

domingo, 16 de septiembre de 2007

¿Personas o Híbridos? Usted elige...

Hace un rato hablaba con un amigo acerca de lo complicado que puede ser para algunas personas ser lo que los demás esperan que sea. El asunto ya no es vivir para ser feliz, sino vivir para agradar a los demás. Ya no importa el sentir satisfacción por una decisión o el tener que arrepentirse al final del día por las acciones ejercidas, porque para muchas personas lo único importante es intentar homologar un modelo de vida que le permita ser aceptado por un grupo social. Ya no existe la singularidad, se actúa en conjunto y se olvidan las causas personales; la gente parece hecha en serie o en multicopia. ¿Cuáles serían las causas? Pues la intolerancia y el miedo al rechazo. A menudo se espera ser aceptado por un amplio número de personas, se supone que es "alabable" estar rodeado por muchos "amigos", porque aquello habla de las excelentes capacidades sociales de las cuales podría pregonar un ser humano. ¿Qué sigue entonces? Las apariencias, vivir de apariencias para responder a las expectativas del grupo social al cual se intenta pertenecer, por lo tanto en esencia ya no existe "una persona" sino una especie de "híbrido" entre lo que se es realmente y lo que se pretende parecer frente a los demás.

lunes, 10 de septiembre de 2007

¿Me escuchas? ¿Es que acaso puedes escucharme a pesar de los demás?

Te veo con dificultad. Intento dirigir mi mirada y encontrarte, pero la niebla es demasiado espesa y ya me siento muy cansada. Cierro mis ojos por un instante y tu brillo permanece. Estoy convencida que aunque la oscuridad fuese eterna, aún podría dibujarte en mi mente para contemplarte por siempre. Continúo sin abrir mis ojos, creo que ya perdí la noción del tiempo, pero mi mente ya ha comenzado a retratarte, reviviéndote con detalles infinitos. Los minutos siguen avanzando, pero algo interrumpe mis pensamientos. Siento que algo se acerca a mí, quisiera ignorarlo, pero algo me dice que es el momento de abrir mis ojos. Es ahí cuando te veo. Me sorprendo. Mis ojos se han posado en los tuyos y creo que el reflejo de tu mirada me ha hecho sonreír. Es extraño, se han extinguido mis parpadeos y sólo me dejo llevar por ese mirar que me envuelve. Ahora una palabra me detiene. Tus palabras me detienen:
- Así que eras tú- me dice sin dejar de sonreír.
- Lo siento, creo que me confundes- le respondo extrañada.
- ¿Bromeas? aún con esta espesa niebla pude llegar a ti. Caminé por varias horas y creí estar perdido. Ya mis ojos no podían ver, pero el ritmo de tu corazón me condujo hacia ti y sólo así pude volver a encontrar mi mirada- me responde convencido.
- ¿Me escuchas? ¿Es que acaso puedes escucharme a pesar de los demás?- le pregunto aún sin entender.
- Sólo se que a pesar de estar perdido y cansado, sólo pude escuchar tu corazón y no el del resto de la gente...

miércoles, 15 de agosto de 2007

El tiempo pasa, pero no algunas personas...

La vida cambia y está constituida por momentos que pueden ser dulces y otras veces bastante amargos. Hay algunos que pueden ser demasiado breves, casi imperceptibles, mientras que otros se extienden y hasta parecen reproducirse una y otra vez, trayendo felicidad, tristeza, gratas sorpresas o burlonas desilusiones. Pero sea cual sea ese momento, siempre existen personas que no sólo coinciden con nosotros en un mismo tiempo y espacio, sino que logran entrar en nuestras vidas y nos ayudan a crecer. Son esas personas con las que nos equivocamos, pero de las cuales logramos aprender, enmendamos nuestros errores y nos esforzamos por ser mejores seres humanos. Algunas de estas personas las trae el destino y las llamamos familia, mientras que otras las vamos escogiendo en el camino y los llamamos amigos. Familia o amigos, los momentos cambian y llevan a algunas personas por rumbos diferentes y hasta inalcanzables, como la muerte. Pero sin importar cual sea el momento, el cambio o el rumbo, los llame familia o los llame amigos, los recuerdos y el cariño siempre quedarán, porque esas personas siempre formarán parte de nuestras vidas y serán parte de nuestra esencia, volviendo invisible al tiempo y borrando cualquier distancia...