miércoles, 15 de agosto de 2007

El tiempo pasa, pero no algunas personas...

La vida cambia y está constituida por momentos que pueden ser dulces y otras veces bastante amargos. Hay algunos que pueden ser demasiado breves, casi imperceptibles, mientras que otros se extienden y hasta parecen reproducirse una y otra vez, trayendo felicidad, tristeza, gratas sorpresas o burlonas desilusiones. Pero sea cual sea ese momento, siempre existen personas que no sólo coinciden con nosotros en un mismo tiempo y espacio, sino que logran entrar en nuestras vidas y nos ayudan a crecer. Son esas personas con las que nos equivocamos, pero de las cuales logramos aprender, enmendamos nuestros errores y nos esforzamos por ser mejores seres humanos. Algunas de estas personas las trae el destino y las llamamos familia, mientras que otras las vamos escogiendo en el camino y los llamamos amigos. Familia o amigos, los momentos cambian y llevan a algunas personas por rumbos diferentes y hasta inalcanzables, como la muerte. Pero sin importar cual sea el momento, el cambio o el rumbo, los llame familia o los llame amigos, los recuerdos y el cariño siempre quedarán, porque esas personas siempre formarán parte de nuestras vidas y serán parte de nuestra esencia, volviendo invisible al tiempo y borrando cualquier distancia...