viernes, 16 de noviembre de 2007

Instantes...

Ojos sobre tus ojos, como tratando de observar de ti más de lo que estás dispuesto a revelar.

Boca anclada a tu boca, porque deseo morderme en tu aliento y respirar a través de ti, de mi, de los dos.

Tu sudor ya es mi sudor, lo robé de ti para hacerlo parte de mi.
Desnúdate de tus secretos y forma con ellos ese laberinto en el que me pierda para encontrarme hasta llegar junto a ti.

No dejes la puerta demasiado abierta, quizás quiera de vez en cuando jugar a lo complicado y mis intentos fallidos terminen divirtiéndome.

Ya no es placentero, es vital. Alimenta, nutre, otorga sobrevivencia.


Ahora simplemente cierra tus ojos, descansa tu boca. Te devuelvo lo que pueda. Algunos secretos te siguen perteneciendo, pero la mayoría de tus enigmas ya son parte de mi, más de lo que alguna vez lo fueron de ti. Lo que me resta se va contigo porque ya es algo que sólo tu puedes conservar, mientras que para mi sólo queda el recordar...