domingo, 16 de septiembre de 2007

¿Personas o Híbridos? Usted elige...

Hace un rato hablaba con un amigo acerca de lo complicado que puede ser para algunas personas ser lo que los demás esperan que sea. El asunto ya no es vivir para ser feliz, sino vivir para agradar a los demás. Ya no importa el sentir satisfacción por una decisión o el tener que arrepentirse al final del día por las acciones ejercidas, porque para muchas personas lo único importante es intentar homologar un modelo de vida que le permita ser aceptado por un grupo social. Ya no existe la singularidad, se actúa en conjunto y se olvidan las causas personales; la gente parece hecha en serie o en multicopia. ¿Cuáles serían las causas? Pues la intolerancia y el miedo al rechazo. A menudo se espera ser aceptado por un amplio número de personas, se supone que es "alabable" estar rodeado por muchos "amigos", porque aquello habla de las excelentes capacidades sociales de las cuales podría pregonar un ser humano. ¿Qué sigue entonces? Las apariencias, vivir de apariencias para responder a las expectativas del grupo social al cual se intenta pertenecer, por lo tanto en esencia ya no existe "una persona" sino una especie de "híbrido" entre lo que se es realmente y lo que se pretende parecer frente a los demás.